viernes, 31 de julio de 2009

Cuba tuvo «la fiebre del oro»

La comitiva cubana de ciclismo en pista logró tres medallas de oro y una de bronce al cierre del Campeonato Panamericano que tuvo por sede a la capital mexicana, y de esta forma concluyó en el segundo lugar por países.

Según el reporte oficial del evento, la matancera Lisandra Guerra se coronó por tercera ocasión en el certamen al cruzar primera la raya de sentencia del keirin. Antes, había logrado los cetros de velocidad y 500 metros contrarreloj, este último con récord continental de 33.879 segundos.
En la prueba, la medalla de plata fue para la colombiana Diana García, en tanto el bronce quedó en manos de la estadounidense Cari Higgins. Curiosamente, este fue el mismo podio del evento de velocidad.

Otra que no quiso ser menos fue la criolla Yumari González, doble campeona mundial de scratch en 2007 y 2009. La espirituana reinó esta vez en la carrera por puntos al acumular 25 unidades, y sumó su tercera medalla dorada de la competencia. En su poder ya estaban los cetros de scratch y persecución por equipos junto a Dalila Rodríguez y Yudelmis Domínguez. La plata fue para la chilena Paola Muñoz con 20 rayitas, y el bronce quedó en manos de la canadiense Tara Whitten.

Otra buena nueva aconteció en las piernas del cubano Rubén Companioni tras su victoria en la prueba de Omnium, lid que descifra al ciclista más completo sobre la pista.

Companioni, recién salido de las filas juveniles, quedó tercero en los cinco eventos y acumuló 15 puntos, dos menos que el medallista de plata Pablo Seisdedos, de Chile. El argentino Darío Colla culminó tercero con 18 unidades.

Sin embargo, las alegrías cubanas no terminarían ahí, pues el joven Alejandro Mainat logró el metal de bronce en la velocidad masculina a costa del colombiano Jonathan Marin. En la discusión del cetro el cafetero Alfred Narváez le ganó la pugna al canadiense Travis Smith.
De esta forma, la Mayor de las Antillas totalizó siete medallas de oro, dos de plata y tres de bronce, y fue solamente superada por la fuerte representación de Colombia (10-8-4).

La actuación de los criollos en suelo mexicano reviste una gran importancia para la familia del ciclismo y para el deporte cubano por varios motivos: primero, los varones lograron dos medallas sobre la pista, algo que se nos hacía esquivo en años anteriores.

Luego, el cuarto lugar de Arnold Alcolea en la ruta mexicana demostró la madurez deportiva del santiaguero y le permitió permanecer tercero del ranking continental, por lo que todavía sus opciones de asistir al mundial de ruta del próximo mes de septiembre en Mendrisio, Suiza, están vivas.

Finalmente, luego de la cobarde deserción de tres de sus compañeros antes del inicio del certamen —todos fuertes contendientes a medallas—, nuestros ciclistas mostraron coraje y amor por su camiseta, pues no se dejaron amilanar ante la falta de atletas sino crecieron como gigantes para superar con creces la actuación lograda en la cita de Uruguay 2008. No sé que piensa usted, pero estos muchachos al menos merecen un aplauso, pues el apoyo de todo un pueblo estuvo montado sobre dos ruedas con ellos todo el tiempo.

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