La inundación es en Roma

Dice un viejo refrán que todos los caminos conducen a Roma. Por estos días, la frase se recompone y ahora «todas las aguas convergen en Roma» tras el inicio este viernes de la décimo tercera edición del Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos.
La cita se extenderá hasta el 2 de agosto próximo con acciones en natación, aguas abiertas, polo acuático, clavados y nado sincronizado. Cuba asiste a la justa con una pequeña comitiva que intervendrá en tres deportes.
Así, los clavadistas José Antonio Guerra, Jeinkler Aguirre, Jorge Betancourt, Jorge Luis Pupo, Víctor Toranzo, Annia Rivera y Yaima Mena, lucharán por traer la segunda presea en estas lides para la Mayor de las Antillas bajo la égida de Lino Socorro. Hasta el momento, el único alegrón de los criollos corrió a cargo de Guerra en la plataforma individual durante la cita del año 2005 en Montreal, Canadá.
Para subir al podio en Roma los criollos deben «hilar fino», pues el equipo chino en uno y otro sexo tiene todas las opciones para arrasar luego de sus impresionantes demostraciones de este año en la Serie Mundial, donde alcanzaron 30 de los 32 títulos puestos en disputa.
Además, estelares como el canadiense Alexandre Despatie y los rusos Gleb Galperin y Dmitry Sautin harán mucha fuerza en cada uno de los eventos, por lo que no será cuestión de coser y cantar.
Por otro lado, las muchachas del nado sincronizado buscarán incluirse entre los 24 primeros dúos de la justa, según informó Ivette Bacallao, entrenadora de la disciplina. Las aspiraciones de las criollas son grandes si se tiene en cuenta que es su primera competición internacional.
La jovencita Grisell Tendero, campeona nacional y de los III Juegos del Alba, comenzará con las preliminares del solo técnico en el estadio Pietrangeli, en una de las dos piscinas temporales que serán utilizadas para este deporte.
El lunes se repartirán las medallas de esa especialidad, e iniciará entonces el camino para el dueto de Tendero-Arianne Rodríguez, «si no surgen complicaciones que obliguen a una sustitución de última hora», comentó Bacallao vía telefónica.
Finalmente, aunque las aspiraciones de los nadadores cubanos todavía no avizoran una subida al podio, el evento sí reviste mucha importancia para su futuro.
Los espaldistas Pedro Medel y David Rodríguez, así como la librista Heysi Villarreal y la mariposista Yumisleisis Morales serán los encargados de representar la bandera de la estrella solitaria en la península itálica ante el resto de las ondinas y tritones participantes.
A todas luces Villarreal asoma como la principal figura de la escuadra cubana, con los primados nacionales de 200 y 400 metros libres en su haber, además de una experiencia mundialista.
Medel exhibe por su parte tiempos en 100 y 200 espalda de 56:64 segundos y 2:01.75 minutos, respectivamente, sus mejores registros de este año realizados en los III Juegos del ALBA el pasado mes de abril. Su compañero Rodríguez ostenta tiempos ligeramente mayores a los de Medel (58,21 en 100 metros espalda y 2:04.70, en 200 metros del mismo estilo), aunque sin dudas la presencia de ambos será un complemento que acaso se antoja como un «empuje» extra dentro de la alberca.
En tanto, la mundialista juvenil Morales nada mejor los 200 mariposa, donde logró implantar marca nacional de 2:17.00 minutos en ocasión de la cita del ALBA, tiempo que la catapultó a la cita romana.
Todos ellos deben enfrentarse a «monstruos marinos» de la talla de los estadounidenses Michael Phelps y Aaron Peirsol, los franceses Frederick Bousquet y Alain Bernard, el brasileño César Cielo, la italiana Federica Pellegrini y el japonés Ryosuke Irie, por sólo mencionar a algunos.
«LEVIATANES» EN LAS PISCINAS
Mientras Cuba aspira a mejorar su actuación de otras citas, varios países lucharán por dominar en cada una de las disciplinas como el mismísimo monstruo marino Leviatán en su elemento.
El favorito a retener el título por naciones es Estados Unidos, seguido de Rusia, Australia, China y Francia, entre otros no menos fuertes como Japón, España y Brasil.
Sin embargo, en este mundial número 13 la cifra se antoja realmente fatídica para la natación, pues estará bajo la lupa de varios especialistas repartidos entre el bando de los que apoyan los trajes de última generación, y la contraparte que pide a gritos su retiro de las competiciones.
No son pocos los que afirman que en Roma «se verán horrores», pues los récords mundiales caerán como castillos de arena.
La mayoría de los atletas, cansados ya de tanto lleva y trae, han declarado que ni siquiera es necesaria la validación de récord alguno, pues sólo se dedicarán a competir para dar lo mejor de sí, sin importar la cantidad de poliuretano que cubra su cuerpo.
Mientras tanto, los fabricantes están disputándose las estrellas para vestirlas con sus creaciones, pues en Roma cada nadador puede escoger un traje cualquiera para utilizarlo «gratis» durante la competencia. En medio de esta pugna, varias actitudes resultan molestas a los publicistas de las empresas, pues el hecho de que algunas figuras como la italiana Federica Pellegrini cubran la marca de su bañador no es bueno para sus promotores. En lo personal, aplaudo la decisión de quienes lo hacen: esa es una forma más de decirle a la FINA que lo importante no es lo «último» en trajes de baño, sino las habilidades de quien lo porta.
Sin dudas, la ciudad de Roma, otrora centro de la civilización mundial, servirá en estas dos semanas de fragua para nuevos cauces en los deportes acuáticos. Esperemos que las aguas tomen finalmente su nivel.