El Rey no defenderá su castillo

La 64 edición de la Vuelta Ciclística a España, prevista a efectuarse desde este sábado y hasta el 20 de septiembre próximo, no contará en su pelotón con el campeón de la edición anterior, el español Alberto Contador, pues se encuentra descansando luego de su triunfo en el recién finalizado Tour de Francia.

Asimismo, los otros dos ciclistas españoles que han ganado el Tour y se encuentran en activo, Carlos Sastre y Oscar Pereiro, no rodarán tampoco por suelo ibérico. Pero a pesar de la ausencia de las estrellas locales el giro se presenta muy llamativo.

Primero, como principales figuras por la parte española aparecen Alejandro Valverde, segundo en la lid de 2006, y el campeón olímpico de ruta en los Juegos de Beijing 2008, Samuel Sánchez. Además, la competencia se animará con la presencia de otros encumbrados como el italiano Rinaldo Nocentini, líder durante varias etapas del Tour 2009, el suizo Fabian Cancellara, campeón olímpico en la prueba contrarreloj de la cita china, y los hermanos Schlek (Andy y Frankn), de Luxemburgo, quienes hicieron peligrar el título de Contador en el último Tour durante varios días.

Además, el italiano Ivan Basso, ganador de un Giro de Italia, vuelve por sus fueros recién salido de una sanción por dopaje, al igual que el kazajo Alexandre Vinokourov. En tanto el australiano Cadel Evans buscará un triunfo que siempre ronda y nunca logra.

Por segunda vez en la historia la Vuelta saldrá fuera de España y hará un recorrido por la localidad holandesa de Assen. Anteriormente, en 1997, la ronda ibérica salió de Lisboa y terminó con el segundo triunfo consecutivo del corredor suizo Alex Zülle.

La salida holandesa, concretamente en el circuito de velocidad —considerado la «catedral» del motociclismo—, será sin duda la gran novedad que presenta esta edición de la prueba.
Un total de 22 equipos totalizarán un pelotón de 198 corredores durante las 21 etapas del recorrido, con una distancia de más de 3200 kilómetros.

Por lo que al recorrido se refiere, es más equilibrado que otras veces con 62,6 kilómetros contrarreloj repartidos entre las localidades de Assen, Valencia y Toledo, así como cinco llegadas en alto, donde destaca la final de la decimonovena etapa en la Real Fábrica de Cristales, aun altura de 1160 metros. Allí sin dudas más de uno podría «cortarse».