Récords de natación: ¿Dejarlos o quitarlos?

El tema de los récords conseguidos con los bañadores de poliuretano, aquellos comercializados a partir del mes de febrero de 2008, pareció quedar atrás con la aprobación por parte de la Federación Internacional de Natación (FINA) de las nuevas leyes que obligan a los fabricantes a utilizar compuestos exclusivamente textiles a partir de 2010. Sin embargo, la polémica se centra ahora en qué hacer con los récords conseguidos en este tormentoso período.

Así, unos abogan por desaparecerlos y retornar a las marcas previas, mientras otros defienden a capa y espada su permanencia en la historia.

Los primeros argumentan que las nuevas plusmarcas durarán muchísimos años, y por tanto, restarán interés a los nadadores, pues una de las principales atracciones de este deporte era la posibilidad de romper las cotas máximas.

En tanto, los defensores de la permanencia de las marcas en los libros opinan que estas fueron homologadas legalmente, sin ningún cambio en los estilos.

Por eso hoy ofrezco un cuadro (en la imagen al final), con el récord que más ha durado en cada una de las pruebas, masculinas y femeninas, para que usted pueda hacer sus propios juicios.

Curiosamente, en él se puede observar como los récords que más han durado en la tabla no son los conseguidos con «doping tecnológico», sino otros archivados «a la antigua», sobretodo en el cuadro femenino, donde abundan los récords de más de 15 años (un total de 10 sobre 14 pruebas).

Es decir, el hecho de que en esta temporada y media se hayan conseguido plusmarcas a las que se les vaticinan hasta veinte años de vida, la razón no parece óbice suficiente para invalidarlas. Mientras tanto, tendremos que esperar para ver si aparecen nuevas cotas con el advenimiento de la era textil el próximo año, aunque me atrevo a asegurar que «no lloverá café en el campo» tan pronto.