miércoles, 2 de diciembre de 2009

La Agencia Mundial Antidopaje aprueba su pasaporte del atleta

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aprobó  este miércoles su «pasaporte del atleta» para brindar a las federaciones deportivas interesadas las instrucciones de utilización de esta herramienta que  permite detectar casos de dopaje a partir de efectos sobre el organismo.

«Es un gran paso adelante. No significa el fin de todos nuestros problemas, pero se trata de un instrumento suplementario», subrayó el presidente de la  AMA, John Fahey.

Al contrario que en los controles antidopaje clásicos, que se limitan a  detectar una sustancia prohibida en la orina o en la sangre de un deportista, el pasaporte se basa en el seguimiento biológico de un atleta, detectando las variaciones anormales de sus parámetros.

Así, la AMA adoptó en la jornada «as líneas directivas operacionales para  el pasaporte biológico del atleta», que fijan las reglas a seguir para  recolectar, transportar y conservar las muestras, así como para su análisis,  explicando cómo gestionar los resultados de este nuevo útil.

La idea no es imponer el pasaporte biológico de manera obligatoria, puesto que la AMA sabe que algunas federaciones no disponen de los medios económicos  para establecer un instrumento costoso, pero sí se trata de intentar armonizar  los procedimientos.

El pasaporte puede ser utilizado a varios niveles: «para identificar a los  tramposos y perseguirlos, o cuando las pruebas no son suficientes para hacerlo,  o para obtener indicios que permitan detectar a los atletas (que se dopan)  haciendo controles antidopaje inteligentes», explicó el director jurídico de la  AMA, Olivier Niggli.

En caso de detectar variaciones anormales, tres expertos designados por la  organización respectiva tendrán que decidir por unanimidad si constituyen  señales de dopaje. En caso afirmativo, el atleta será informado y deberá  explicarse, luego los expertos decidirán si las «explicaciones son razonables».

Sin esperar a disponer de estos protocolos, la Unión Ciclista Internacional  (UCI) y la Federación Internacional de patinaje (ISU) han sido pioneros al establecer sus propios pasaportes biológicos.

En el caso del ciclismo, este pasaporte permitió detectar en junio a cinco  corredores, mientras que 15 días después fue el turno de la patinadora alemana  Claudia Pechstein, poseedora de cinco medallas de oro olímpicas en velocidad,  quien purga una pena de dos años de suspensión y ha sido oficialmente la  primera deportista sancionada gracias al pasaporte.

«Nosotros no decimos que un sistema sea mejor que otro. Brindamos las  instrucciones para utilizar el pasaporte. Son las organizaciones las que deben  decidir qué van a hacer», agregó Niggli, en declaraciones a la AFP.

Esto podría llevar al atletismo (IAAF), al esquí (FIS) y al biatlón (IBU),  que disponen de los perfiles de sus atletas, a decidir sanciones a partir de  las variaciones en los mismos.

Otras organizaciones deportivas podrían adoptar el pasaporte, como la  todopoderosa Federación Internacional de fútbol (FIFA), que recientemente ha  manifestado su interés por éste.

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